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Foto del escritorPeriferia Internacional

Yo, Claudia


Claudia Sheinbaum
La nueva presidenta mexicana fotografiada en su despacho del gobierno de la capital mexicana en 2018 / Foto: Ana Hop

Claudia Sheinbaum Pardo (Ciudad de México, 1962) es la nueva presidenta de México. La primera mujer en ocupar el más alto cargo político, la primera científica y la primera de izquierda.


También es la primer mujer judía en ostentar la presidencia en un país latinoamericano. Su padre es el ingeniero químico, Carlos Sheinbaum Yoselevitz, hijo de inmigrante judíos de Europa del este y miembro activo del partido comunista. Sus orígenes no han hecho que tome una posición sesgada en torno al actual conflicto entre Israel y Palestina, de hecho ha sido muy cauta con sus palabras, debido a que proviniendo de la izquierda le resulta difícil asumir una posición que pueda ir contra lo políticamente correcto en su bando ideológico.


Su madre es la bióloga, Annie Pardo Cemo, también de orígenes judíos cuyo árbol genealógico se remonta una pequeña población sefardí en Bulgaria. Ambos padres de la ahora presidenta fueron destacados líderes estudiantiles y apoyaron el movimiento estudiantil del 68, cuando las consignas de izquierda eran tomadas con tesón por los universitarios del país azteca.


Annie Pardo
Annie Pardo Cemo carga a su hija Claudia Sheinbaum en una foto familiar que la ahora presidenta posteó en sus redes sociales

La familia tuvo 3 hijos, Julio el mayor, Claudia, la del medio y Adriana, la última. En su casa se respiraba ciencia, arte y socialismo, por ello Claudia se decantó por el ballet de niña y ya mayor, decidió optar por seguir una carrera científica, física, en la UNAM, desde donde se comprometió también políticamente, siguiendo el activismo familiar y el legado de Raúl Álvarez Garín, su mayor referente de la izquierda mexicana, quien fuera apresado por integrar el movimiento estudiantil del 68 y a quien Claudia y su madre visitaban en la cárcel de Lecumberrí, el terrorífico "palacio negro" donde el gobierno del PRI hacinaba a los líderes estudiantiles.


Durante su etapa de dirigente estudiantil conoció a su primer esposo, el sociólogo, Carlos Imaz, con quien luego militaría en el Partido de la Revolución Democrática - PRD, el histórico movimiento izquierdista mexicano nacido tras la primera derrota del mítico líder socialista Cuauhtémoc Cárdenas en la famosa "caída del sistema", un escándalo electoral ocurrido en 1988 cuando el sistema de conteo de votos sufrió problemas técnicos que terminaron beneficiando al candidato del PRI, partido que continuó con el poder. Para muchos izquierdistas mexicanos, aquello fue el gran robo electoral de la "dictadura perfecta" a la izquierda mexicana.


En los años 90, cuando el liberalismo encandilaba al mundo, Sheinbaum viajó a Estados Unidos junto con su esposo. Ambos habían logrado iniciar estudios de doctorado en ese país. Por entonces México se alistaba a firmar el famoso Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Sheinbaum fue fotografiada protestando contra el acuerdo comercial a la llegada del presidente Carlos Salinas de Gortari a Estados Unidos.


Sheinbaum en Estados Unidos
Claudia Sheinbaum con un cartel que dice: “¡Comercio justo y democracia ya!”, tras la llegada de Carlos Salinas de Gortari a EE.UU.


Con Carlos Imaz tuvo a su única hija, Mariana. Rodrigo Imaz, hijo del primer matrimonio de Carlos Imaz, fue adoptado por Claudia, lo que lo convierte en el segundo hijo de la presidenta. La familia en conjunto radicó durante 4 años en Estados Unidos. A su regreso a México, Sheinbaum se inició en el servicio público como asesora de la Secretaria de Energía.


Mientras Sheinbaum seguía especializándose, sobre todo en temas relacionados al cambio climático, su esposo Carlos Imaz incursionó en política de la mano del PRD. Por entonces, un Andrés Manuel López Obrador con menos canas, era la apuesta partidaria para ganar el gobierno de la capital mexicana. Y así lo logró en el 2000. Para entonces, con una agenda marcadamente progresista, AMLO apostó por la científica Sheinbaum para la Secretaría de Medio Ambiente, un área de suma importancia en una de las ciudades más contaminadas del mundo.


Mientras Sheinbaum le daba una mirada técnica al gobierno capitalino de AMLO, su esposo cimentaba su carrera política como jefe delegado de Tlalpan, la más extensa de las 16 demarcaciones que constituyen la Ciudad de México. Un escándalo sacudió por entonces a la familia Sheinbaum - Imaz cuando Carlos Imaz fue grabado recibiendo dinero del empresario Carlos Ahumada. Según el esposo de Sheinbaum, el dinero iba a ser invertido en campañas electorales del partido. Imaz renunicó a su cargo y a la vida política.


Sheinbaum
Claudia Sheinbaum haciendo campaña por el uso de la bicicleta durante su gestión en el gobierno de la capital

A pesar del escándalo Sheinbaum continuó cerca de AMLO, quien le renovó la confianza e incluso la postuló como Secretaria de Medio Ambiente en su segundo intento por llegar a la presidencia en 2012. Tras esta derrota, AMLO crea el Movimiento de Regeneración Nacional - MORENA, y rompe definitivamente con el PRD.


En 2015, MORENA participa de sus primeras elecciones. Sheinbaum asume la jefatura delegada de Tlalpan, donde reside, y gestiona la localidad por solo 2 años, ya que en 2017 solicita licencia para postularse al gobierno de la capital mexicana.


No fueron los mejores tiempos para Sheinbaum. Un año antes se había divorciado de Carlos Imaz, tras 30 años de matrimonio, y meses después ocurre la tragedia del Colegio Rébsamen, escuela que colapsó tras el terremoto de 2017 matando a 26 personas, entre ellas 19 niñas. Sus opositores la acusaron de haber otorgado permisos de construcción para aumentar pisos en esta edificación endeble.


Aun así en el 2018, Sheinbaum logra la jefatura de gobierno de la Ciudad de México a la par que AMLO gana la presidencia de la república. Era la primera vez que una mujer ganaba por voto popular el gobierno de la capital mexicana, feudo de la izquierda azteca desde 1997.


El gran reto de esta nueva etapa fue la pandemia del Covid. Gestionar cuarentenas, atención médica y vacunas en una ciudad de 9 millones de habitantes le generó desacuerdos con AMLO. Mientras el presidente mexicano se oponía al uso de cubrebocas, la jefa de gobierno de la capital instaba a su población a usarlas.


Pero este no fue el único punto de discordia. AMLO emprendió durante toda la pandemia un acoso a la comunidad científica que le decía qué era lo mejor para evitar más muertes en el país. Claudia no dijo nada, ni siquiera en defensa de sus compañeros científicos de la UNAM, su alma mater.


Otro episodio polémico, sobre todo para una científica como ella, fue el reparto de ivermectina, medicamento antiparasitario usado para tratar el Covid - 19 sin evidencia de su eficacia, entre los habitantes de la capital azteca. Según investigaciones esta distribución a cerca de 50 mil personas respondía a un estudio que se habría llevado a cabo sin que lo supieran quienes recibían el fármaco. Una investigación a todas luces anti ética por no contar con el consentimiento informado de la población, ni ser transparente.


Sheinbaum Covid
Andrés Manuel López Obrador junto a Claudia Sheinbaum durante la pandemia / Foto: Graciela López

En mayo de 2021 ocurre un accidente en la línea 12 del metro mexicano. 27 personas fallecen y todos los ojos apuntaban a la gestión de Sheinbaum. Las investigaciones posteriores concluyeron que el derrumbe se debió a un error de construcción durante la gestión del ex jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard. Sin embargo, también deja entrever que hay responsabilidad de Sheinbaum por un mal manejo del mantenimiento de la línea. Claudia nunca aceptó esa acusación.


Con la cada vez más próxima elección presidencial, el partido decidió hacer una encuesta nacional para saber quien debería liderar MORENA de cara a los comicios. Claudia ganó las preferencias de los partidarios por encima de ilustres figuras de la izquierda mexicana afincados en MORENA. De hecho, el propio Canciller de AMLO, Marcelo Ebrard, quien se sentía seguro de ir a la contienda, se incomodó con la designación de Sheinbaum como la candidata presidencial del partido y solicitó impugnar el resultado. Su pataleta casi le hace abandonar el proyecto MORENA, Sheinbaum no se inmutó ante las acusaciones de su compañero de partido, un arrogante funcionario que devino en tiktoker, quien dejaba entrever que los responsables de las consultas promovían a "la señora", como la denominó, para que sea la favorita de las encuestas, amén de sospechas de manipulación de resultados.


Nuevos vientos parecían llegar a la vida de la "doctora" como la conocen quienes han trabajado con ella. En noviembre de 2023, cuando ya era oficial su candidatura a la presidencia por el partido de gobierno, Sheinbaum volvió a contraer nupcias, esta vez con Jesús María Tarriba, antiguo compañero de facultad en la universidad con quien mantuvo un noviazgo juvenil. Tarriba ha dejado la física para dedicarse a la banca como experto en riesgos financieros, actividad que ha desarrollado tanto en México como en España. De hecho el reencuentro entre Sheinbaum y Tarriba se dio cuando él se encontraba trabajando en el Banco Santander de España. Actualmente trabaja para el Banco de México - BANXICO - y es el único primer caballero de la historia mexicana.


Jesús María Tarriba y Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum y Jesús María Tarriba el día de su matrimonio en una fotografía compartida por la ahora presidenta en sus redes sociales.


También en 2023, la familia de Sheinbaum creció. En mayo de ese año nació Pablo, su primer nieto, hijo de su hijo adoptivo, Rodrigo Imaz.


Los hijos de Claudia han tomado rumbos diferentes. Mariana se ha especializado en letras y filosofía, mientras Rodrigo ha tenido más exposición en medios por ser un artista audiovisual y documentalista, de hecho le hizo un documental llamado "Claudia: el documental" en 2023 y a fines de ese año, su madre lo entrevistó en su podcast personal.


Culta, con un inglés perfecto y una postura que deja sentada siempre su posición de poder, y cierta distancia también, Claudia Sheinbaum tiene ahora la difícil tarea de desligarse del legado de AMLO, tan poco proclive al sosiego y la objetividad de los datos para crear una imagen propia dentro de su partido y del país, eso si, sin perder la popularidad que le lega el exmandatario, uno de los pocos cuya popularidad sobrevivió a la pandemia y que deja el poder con 60% de aprobación.


AMLO logró esos números gracias a su desempeño comunicacional con la población, que le perdona pelearse con medio mundo; a la generación de programas sociales y a la gesta de haber duplicado el salario mínimo. La nueva presidenta pretende continuar con el proyecto partidario y se espera que eso implique asumir varias iniciativas de su predecesor que quedaron en la puerta del horno, muchas de las cuales caen en la polémica por su acaparamiento del poder, como el paquete de reformas que AMLO pretendía enviar al Congreso para aprobar leyes que le restarían autonomía al poder judicial (como la elección de jueces por voto popular al estilo boliviano), así como influir en el Instituto Nacional Electoral (INE) y en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), ambos organismos constitucionalmente autónomos que aun el partido de gobierno no ha logrado captar.


En temas de gestión, queda ahora en manos de Sheinbaum ambiciosos proyectos de infraestructura como la finalización del Tren Maya y del Tren Transístmico, así como la reforma de PEMEX, una de las empresas públicas más fallidas y contaminantes del continente (Entre 2015 y 2022 hubo derrames de petróleo que afectaron a 38 zonas del país).


Todo ello es parte de la "Cuarta Transformación" como AMLO denominó a su idea de refundar el país. Esta sería la cuarta apuesta histórica luego de la independencia mexicana, las reformas del siglo XIX y la Revolución Mexicana de principios del siglo XX.


Pero Claudia, la "Dama de hielo" como la calificó su contrincante, Xóchitl Gálvez también recibe los pasivos de un sexenio que no ha resuelto el principal problema de los mexicanos: la inseguridad.


Feminismo Sheinbaum
2023: Un grupo de mujeres protestan contra el gobierno de la capital por no tener políticas con enfoque de género / Foto: Nadya Murillo

180 mil personas han muerto de forma violenta durante el mandato de AMLO. La oposición ha cuestionado la estrategia de "Abrazos y no balazos" auspiciada por el ahora expresidente. Zonas literalmente liberadas por el narcotráfico dicen mucho de mal manejo en materia de seguridad. Este temor a la violencia en México no sólo alcanza a los grandes carteles, sino también a la cotidianidad hogareña. A pesar de provenir de las canteras de la izquierda más progresista, el feminismo mexicano no le perdona al expresidente y su partido el no actuar de manera efectiva contra los feminicidios y las desapariciones forzadas.


Claudia también ha sido blanco de la furia feminista. 2 años después de su llegada a la jefatura de gobierno de la capital, un grupo de mujeres asaltó el edificio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), ubicado en el centro histórico de la ciudad, con la finalidad de crear ahí un refugio para mujeres víctimas de la violencia machista. Aunque la violencia contra la mujeres y las desapariciones de centenares de jóvenes son un problema nacional, ese año las miradas de impotencia apuntaron a la jefatura de la capital, luego que Sheinbaum acusara a María Gasca, una activista feminista, de financiar a las ocupantes, dejando entrever que había intereses ocultos tras la toma.


19 meses después, el grupo Atenea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que se encarga de proteger a las mujeres durante las manifestaciones feministas, recuperó el edificio tomado.


Claudia Sheinbaum Centro histórico
Claudia Sheinbaum es fotografiada en las oficinas del gobierno capitalino en el centro histórico de Ciudad de México / Foto: Héctor Guerrero

El pasado 2 de junio quedó claro que MORENA, ahora liderado desde la presidencia por Sheinbaum, se convierte no sólo en el principal partido político del país sino además en el que mayor poder detenta desde los años de la "dictadura perfecta" del PRI.


La capital mexicana será nuevamente gobernada por el partido oficialista, esta vez bajo la batuta de Clara Brugada, ex diputada y alcaldesa de MORENA. Así como ella probablemente 25 de las 32 gobernaciones de todo el país queden en manos de partidarios del oficialismo para este nuevo periodo.


El Congreso de la República también tendrá una bancada oficialista numerosa que la acerca a la mayoría calificada. Con ese escenario no le será difícil a Sheinbaum emprender las reformas de la "Cuarta transformación", sobre todo con la luna de miel inicial que mantiene con la población al ser la candidata que mayor votación ha obtenido en la historia democrática de su país.


Su éxito, sin embargo, no ha estado exento de polémicas. Numerosas denuncias en el exterior daban cuenta que no hubo capacidad de respuesta para el voto de los mexicanos en el extranjero. Era la primera vez que los compatriotas de Sheinbaum votaban presencialmente en embajadas y consulados, ya que anteriormente solo lo habían hecho por correo. Gran parte del caos no sólo se debió a la falta de personal si no a que las personas no se registraron previamente para votar y sólo fueron a emitir su voto el día de la elección.


Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum
Foto tomada en 2017 cuando Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, eran jefas delegadas de las localidades de Miguel Hidalgo y Tlalpan, respectivamente / Foto: Diego Sánchez

A pesar de provenir de partidos opuestos, tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum, se llevaban bien cuando eran delegadas de dos de las demarcaciones territoriales más importantes de la Ciudad de México: Miguel Hidalgo y Tlalpan.


Ambas nacieron 9 (Sheinbaum) y 10 años (Gálvez) después de que México concediera el derecho al voto a las mujeres en 1953. Se criaron en medio de una generación combativa, Claudia desde la clase media contestataria y Xóchitl desde la pobreza de su natal Tepatepec, en el Estado de Hidalgo.


A diferencia de Claudia, Xóchitl tuvo que hacer frente a un machismo rural que golpeaba a su familia fuertemente. Su padre no quería que ella emprendiera en política y le conminaba a casarse. No lo hizo y decidió estudiar ingeniería, carrera con numerosa población masculina. Desde entonces su vida cambió, pasó de la pobreza al empoderamiento empresarial. Ello marcó su sendero político caracterizado por la falta de miedo a la adversidad.


Sin querer, un fútil comentario de AMLO le sirvió de plataforma. El expresidente había dicho que Xóchitl Gálvez estaba en contra de los programas sociales de su gobierno. La acusación era mentira ya que la futura candidata había votado a su favor desde el Senado mexicano incluso para darles un marco constitucional a dichos apoyos solidarios. En 2023 un juez dictaminó que AMLO le cediera un espacio en sus acostumbradas "mañaneras" televisadas para que Xóchitl tenga derecho a réplica. Durante semanas diversos medios de comunicación la siguieron en su afán por lograr que AMLO le dé el espacio que le correspondía. Tocó puertas las puertas del Palacio Nacional y no se las abrieron. AMLO quedaba como un machista terco, ella como una aguerrida política. Claudia, su antigua amiga, solo miraba desde el otro lado del zócalo.

El arrollador caso mediático la encumbró a las presidenciales convirtiéndose en la lideresa de una alianza improbable en otros tiempos. Fue la elegida para comandar el movimiento que unía a toda la oposición a AMLO: El PAN, desde la derecha, el PRI, desde la centroderecha y el PRD, antiguo aliado de AMLO, desde la izquierda.


Por primera vez dos mujeres eran las favoritas en ganar una elección presidencial. Una de ellas ganó, la otra se encuentra en una posición complicada. Liderar una oposición seria en un país marcado por el narcotráfico y la corrupción. El destino de México se encuentra ahora en las manos de dos mujeres que definirán el rumbo político de la segunda potencia latinoamericana..... Claro, también el resultado electoral de noviembre en Estados Unidos, no olvidemos que Trump se llevaba bien con AMLO, la pregunta es si su carácter machista y altanero congeniará con el de una mujer al mando, socialista y empoderada. El tiempo lo dirá.


Periferia Internacional

@2024

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