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La Prosopagnosia
Aunque el nombre sea super raro, la afección de esta incapacidad es muy común, e incluso usted podría padecerla, sin saberlo. La prosopagnosia es una
incapacidad propia del cerebro y la vista que impide reconocer los rostros de las personas. En los casos más leves, quien la padece genera un análisis de alguna particularidad de la otra persona (color de cabello, cicatriz, tatuajes, etc) para poder deducir mejor a quién pertenece el rostro que observa. En su fase más grave, la persona puede desconocer a sus familiares e incluso a sí mismo frente al espejo o en una foto.
El médico Joachim Bodamer fue el que acuñó el término prosopagnosia (del griego prosopon "cara" y agnosia "desconocimiento") en 1947, definiéndola como "la interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás, los que pueden ser vistos mas no reconocidos".
La causa principal de este desorden parece estar relacionada con lesiones cerebrales bilaterales provocadas por diversas causas como tumores, accidentes y traumatismos. También se considera a las infecciones del sistema nervioso central como una de las raíces de la enfermedad. Uno de los test usados para su descarte es el test de reconocimiento facial de Benton - Van Allen.
El actor español Eduardo Noriega protagonizó una película basada en estos casos, llamada "Agnosia" en el 2010. Brad Pitt es el rostro más famoso de aquellos que padecen este desorden.
La espiral del silencio
La politóloga alemana Elisabeth Noelle - Neumann escribió en 1977 el libro "la espiral del silencio. Opinión pública: Nuestra piel social". En esta obra se desarrolla la teoría de la espiral del silencio, según la cual, las opiniones masivas influyen en la percepción de la realidad del individuo, aumentando con ella su poder y legitimidad. Para Noelle - Neumann, la opinión pública era una forma de control social mediante la cual las personas moldean su comportamiento hacia las actitudes predominantes sobre lo que es correcto o no.
Esta forma de dominación del pensamiento (a lo que ahora podríamos llamar lo "políticamente correcto") conlleva al ostracismo a aquellos individuos que expresan una posición contraria a la que asume la mayoría. De ello también depende el comportamiento social, pues muchas personas expresan sus opiniones en espacios públicos, siempre que sean de aceptación mayoritaria, y las esconden o cohíben si detectan que pueden encajarlos en una minoría segregada.
Pero entonces, ¿qué diferencia esta práctica social del conocido cinismo?. Para la académica alemana, debe haber tres puntos para que la espiral del silencio sea reconocida como tal:
1.- El tema debe ser moral o contener un aspecto del mismo
2.- El tiempo en el que fue aceptado por la opinión pública
3.- Cobertura masiva de los medios de comunicación alineados
Aquí emerge otro aspecto del estudio: las capas sociales. Para la autora, las personas que suelen manifestar públicamente su desacuerdo suelen ser aquellas con un nivel de educación alto y un nivel económico aceptable, pues de esa forma no temen al aislamiento que le produce su opinión frente al resto. Estas minorías son necesarias para el cambio, mientras que la mayoría juega el rol de estabilizador en una sociedad.
La difusión de Poe
Antes de hacerse mundialmente famoso, Edgar Allan Poe tuvo un admirador conocido por sus desmanes literarios: Charles Baudelaire. El autor de "Las flores del mal" tradujo varios cuentos de Poe al francés y difundió su obra en toda Europa.
Baudelaire rescataba de Poe su originalidad para escribir, sellando así una personalidad propia a sus relatos. "Si alguna vez el espíritu novelesco, para servirme de una frase de nuestro poeta, ha presidido un nacimiento — ¡espíritu siniestro y tempestuoso!—, ciertamente, presidió el suyo", dijo el francés sobre el norteamericano en una obra dedicada a analizarlo.
Contemporáneos (se llevaban 10 años de diferencia), necesitaron uno del otro sin conocerse. Baudelaire se nutrió del estilo narrativo de Poe y este a su vez vio resurgida su obra entre nuevos lectores. El escritor Edmund Wilson considera a Baudelaire como el autor que impulsa el movimiento simbolista gracias a las traducciones que hace del autor de "El cuervo".
El Diwali
La mayor fiesta en la India es el Diwali, o fiesta de las luces, la cual dura 5 días en el mes de Kartika (aproximadamente entre octubre y noviembre para occidente). Significa el inicio del año nuevo hindú y está centrada en la figura de Lakshmí, representante de la prosperidad y consorte del dios Vishnú.
Durante esta celebración, los hindúes limpian todos los espacios de sus casas, de esta forma preparan sus domicilios para el ingreso de Lakshmí, también hacen las paces en caso de conflictos familiares o con vecinos. Ya en la noche se ofrecen regalos, comparten comida, especialmente dulces, dejan barquitos con lámparas en los ríos e iluminan el cielo con fuegos artificiales. Al amanecer las personas se lavan la cabeza en los ríos del país.
Su historia se remonta a los tiempos de Krishna, quien en esa fecha derrota al demonio Narakasura, tras lo cual libera a 16000 doncellas que estaban bajo su prisión; también rememora la gesta del príncipe Rama al vencer al demonio Ravana y regresar a Ayodhya, su ciudad natal y una de las 7 ciudades santas de los hindúes, actualmente. Rama encontró el camino gracias a las luces que encendieron sus pobladores, de ahí el nombre de la fiesta de las luces. Según el jainismo, religión cuyo símbolo es la esvástica, el Diwala conmemora el nirvana de Mahavirá, su fundador.
El genocidio de los Isaaq
Somalia es conocida por ser el ejemplo perfecto de Estado fallido. Solo 9 años después de su nacimiento como país, el general comunista Mohammed Siad Barré toma el poder absoluto e implanta una sangrienta represión.
Luego de un intento fallido de tomar Etiopia, los Isaaq, una tribu geográficamente próxima al escenario del conflicto, sufrió el abandono del Estado y la llegada de miles de refugiados etíopes. Siad Barré aprovechó esa imagen para solicitar ayuda extranjera, la cual fue usada para armar a los refugiados y dar ayuda preferencial a los Darod, la tribu a la cual pertenecía. De esta forma, Siad Barré logró tener el apoyo de los refugiados armados y de su tribu, quienes formarían un grupo paramilitar de apoyo al régimen. Para sobrevivir a la creciente ola de violencia, los Isaaq formarían una guerrilla de respuesta, lo que generó un conflicto formal entre esta tribu con el gobierno.
Hacia 1980 la situación ya era insostenible, miles de saqueos, expropiaciones y violaciones masivas atemorizaban a la población Isaaq. En 1986, el yerno del dictador, destacado a esa zona, escribe la famosa "carta de la muerte", en ella expone la necesidad de una limpieza étnica contra aquel pueblo que consideraba antisomalí. Entre 1988 y 1989 se llevaron a cabo bombardeos a la ciudad de Hargeisa, hogar de los Isaaq, se cortaron sus puntos de agua y se destruyeron sus comercios. El genocidio ya era palpable. Entre 50 mil y 100 mil Isaaq fueron masacrados por las hordas de Siad Barré. Otras fuentes duplican ese fatal número. Miles huyeron a la vecina Etiopía en lo que fue uno de los movimientos de refugiados más grandes de la historia africana. Hargeisa, otrora símbolo del comercio somalí, era una ciudad fantasma. Un millón de minas terrestres plantadas por el dictador hacen intransitable su camino. Hoy Hargeisa, es la capital de un Estado no reconocido, Somalilandia.
El peruano José Pablo Baraybar, tras recorrer esa zona y descubrir decenas de fosas comunes, escribió una sentida crónica en su libro "La muerte a diario", donde describe, entre otros horrores, la drenación de niños Isaaq para transfusiones de sangre a los soldados del régimen. Fue un genocidio olvidado.
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