El fin de semana una noticia conmovió al mundo académico, la Universidad de Chicago anunciaba el fallecimiento del Premio Nobel de Economía, Gary Becker, quien fuera además uno de los más ilustres docentes de economía y sociología de esa renombrada casa de estudios.
Catedrático hasta el fin de sus días y ex asesor político, Becker deja un gran legado en la aplicación de los principios económicos para entender el comportamiento humano. Su trabajo aportó un marco teórico importante para el entendimiento de problemas como el crimen, la discriminación y la adicción, así como innovadoras tesis sobre la familia y el matrimonio que traspasan las barreras del tiempo.
En la siguiente entrevista, el economista, *Diego Macera, alumno de Gary Becker en la Escuela de Chicago, nos habla un poco más acerca del aporte de este icono de la economía que dejó un legado transversal en las ciencias sociales.
1.- La historia de Gary Becker estuvo ligada al desarrollo académico de la escuela de Chicago. ¿Cuál fue el máximo aporte del economista en esta escuela económica?
Es difícil reducir la influencia de Becker a un solo aporte. Su trabajo sobre el capital humano, la familia, el crimen y la discriminación cambiaron para siempre la forma en que economistas y sociólogos entienden estos problemas. El patrón común al enfoque que usó siempre Becker, y que luego determinaría buena parte de la Escuela de Chicago, es la aproximación al problema de un punto de vista microeconómico que parte de la maximización del bienestar de quien esté tomando la decisión. Es decir, lo que Becker hizo fue sencillamente preguntarse qué variables condicionan las decisiones de casarse, tener hijos, ir a la universidad o cometer un crimen, y cómo éstas variables interactúan entre ellas. A diferencia de Friedman, Becker no trabajó con modelos macroeconómicos. Su aporte fue partir de la libre elección de agentes individuales condicionados por un mundo con restricciones –muy al estilo Chicago– para predecir la sociedad en conjunto.
2.- ¿Cómo fue la relación entre Gary Becker y Milton Friedman?
Becker fue uno de los primeros alumnos del PhD de Economía de Friedman en la Universidad de Chicago. Luego de su paso por Columbia como profesor, Becker regresa a Chicago y se une a Friedman en la facultad del Departamento de Economía. Desde ahí fueron siempre cercanos hasta la muerte de Friedman en el 2006. Cuenta Becker que en una de sus primeras clases como alumno del Phd, Friedman hizo una pregunta, y él –confiado por lo que había aprendido en su pregrado de Economía en Princeton– levanta la mano y responde. Friedman entonces le dice que eso no era una respuesta, era sólo replantear la pregunta con otras palabras. Becker se quedó entonces pensativo un momento, pero luego concluyó que Friedman tenía razón, y que ésa sería una lección de humildad para él de ahora en adelante.
3.- ¿Qué es la economía de la discriminación, según Becker? ¿Influyó Becker en la sociedad norteamericana con sus estudios al respecto?
La discriminación –laboral sobre todo– fue uno de los principales campos de investigación de Becker. Él entendió la discriminación como una suerte de “costo” adicional en la transacción, un costo psicológico. El costo para un empleador de contratar a una persona de una raza, sexo o religión que no sea de su agrado es entonces el valor del sueldo de esa persona más el costo (monetarizado) de su disgusto por trabajar con ella. En un mercado competitivo, la consecuencia de este “gusto por discriminar” debería ser a la larga que las empresas discriminadoras van a contratar a menos personal capacitado debido a sus prejuicios, y van a ser sacadas del mercado. La influencia de este enfoque –que Becker desarrolló apenas a los 27 años como tesis doctoral y que fue mencionado entre las razones para otorgarle el Nobel– es inmensa. Hoy, los todos estudios sobre la discriminación en economía y en otras sociales usan o bien el modelo de Becker o el modelo que compite con éste, llamado “discriminación estadística”.
4.- ¿Cuál era el concepto de “Capital humano” para Becker?
El año pasado tuve el privilegio de llevar el curso Capital Humano con Becker. Él es el pionero en entender el capital humano, frase que él usaba en vez de la palabra educación, como una inversión que hacen las personas para obtener retornos más altos en el futuro. Becker desarrolló un modelo que explica cómo deciden –o debe decidir– las personas cuánta inversión en educación obtener, tomando en cuenta sus habilidades naturales, su costo de oportunidad, el retorno esperado en el mercado, su período de retorno, entre varias otras variables. El modelo además hace énfasis en la desigualdad (intra e intergeneracional) que puede darse a partir de diferentes inversiones en el capital humano, y en el rol determinante del mercado crediticio para pagar los estudios. Recuerdo también que Becker solía mencionar en la clase que era inconcebible que lo que las familias gastaban en educación se siguiese considerando en las cuentas nacionales como un gasto en vez de una inversión.
5.- En sus obras, Becker hace alusión a la “nueva economía del hogar”, acerca de los roles tradicionales del hombre y mujer en casa y del rendimiento del capital humano (La probabilidad de que una mujer participe en el mercado de trabajo estará inversamente relacionada con el número de hijos). ¿Seguirá vigente esta teoría con los nuevos modelos de familia donde ambos padres trabajan o donde la familia está compuesta por personas del mismo sexo?
Becker entiende el matrimonio como una función de producción, en la que los insumos son las características de ambos esposos y el resultado es la felicidad conjunta. Yo diría que el modelo de Becker no sólo sigue plenamente vigente, sino que es necesario para entender los cambios en el matrimonio tradicional y sus consecuencias sociales. La clave es que Becker se basa en los incentivos de las personas, asunto que casi no cambia en el tiempo, y esto le permite adaptarse a las nuevas circunstancias y predecir correctamente los resultados. La reducida cantidad de hijos debido a mayores costos de oportunidad para las mujeres, la especialización en los trabajos de hogar dependiendo del sueldo potencial de cada uno de los esposos, entre otras predicciones que se derivan elegantemente del modelo de Becker, siguen tan actuales como hace 50 años.
Un punto relacionado aparte es que Becker era partidario de eliminar la legislación sobre la institución matrimonial. En vez de leyes, decía Becker, las parejas –heterosexuales o no– deberían oficializar su unión mediante contratos ad hoc que se ajusten a las necesidades de cada pareja. Algunas podrían poner períodos definidos renovables para su matrimonio, otras causales de divorcio especiales. En vez de imponer un solo molde para todos a través de una ley, según Becker era mejor que cada pareja elija libremente mediante contrato cómo quería unirse.
6.- ¿Qué legado deja Gary Becker a su partida a los 83 años?
Más que nada, Becker deja un sistema de pensamiento, uno lúcido y audaz, para entender las decisiones de las personas. Las aplicaciones de su sistema van mucho más allá de la economía y nos ayudan a descifrar patrones en el mundo real que de otro modo no veríamos. La magia de Becker es que sus modelos parecen obvios simple vista (algo similar sucede con Coase, otro de los grandes Nobeles de Chicago), aunque nadie los hubiese modelado antes ni entendiera sus implicancias.
*Diego Macera es Economista de la Universidad del Pacífico (UP), actual colaborador en la Unidad de Inteligencia de The Economist y estudiante de la Maestría de Políticas Públicas (MPP) de la Universidad de Chicago, origen de los Chicago Boys y de la teoría económica liberal moderna. Trabajó en el área de Desarrollo y Proyectos de Confiep analizando esquemas de participación público-privados y luego en Semana Económica como analista de Macroeconomía, Infraestructura y Sector Público y donde actualmente tiene una columna llamada “A ChicagoVoy”.
Periferia internacional
2014
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